A la estela del cometa Halley, por Antonio Pérez Verde

Antonio junto a Jack Lissauer, investigador principal del telescopio espacial Kepler (izquierda) y Michel Mayor, descubridor del primer exoplaneta (derecha). Imagen tomada en junio de 2010 durante la Astrobiology Summer School "Josep Comas i Sola" en Santander.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde siempre me ha gustado levantar la vista al cielo para contemplar las estrellas, sentía la necesidad de compartirlo con los demás: la observación astronómica y comunicarlo a los demás son dos cosas que siempre he pensado que deberían ir de la mano. En mi infancia tuve la suerte de vivir en Casas Ibáñez, un pueblo albaceteño donde la contaminación lumínica era escasa; me gustaba coger los prismáticos y subirme a la terraza de mi casa para observar el cielo: las Pléyades y la nebulosa de Orión eran mis favoritas.

Mi primer recuerdo astronómico data de 1986: tenía 5 años y conseguí localizar el cometa Halley en las fechas de su máximo acercamiento a nuestro planeta. También me gustaba identificar constelaciones y conocer el nombre de algunas estrellas. Si me enteraba de cualquier evento astronómico (lluvias de meteoros, eclipses, etc) hacía todo lo posible por contemplarlo, por comprenderlo y por compartirlo.

Aprendí Astronomía de manera autodidacta hasta 2002, momento en el que conocí a José María Sánchez, Astrónomo del Museo de las Ciencias de Castilla la Mancha; esta persona, además de abrirme las puertas de la Astronomía se ha convertido en un gran amigo. Ingresé en AstroCuenca y además comenzó un vínculo que todavía sigue activo con este Museo.

Una vez en AstroCuenca empecé a compaginar la Astronomía con mis estudios universitarios y, realmente, no sé a qué le dediqué más tiempo. Publicaba regularmente artículos divulgativos en el informativo mensual de mi localidad, también participaba activamente en observaciones astronómicas: me apasionaba poder explicar al público qué es una supernova, un cúmulo globular, una nebulosa planetaria, etc. Tanto la publicación en el informativo de mi localidad como las observaciones astronómicas son actividades que todavía sigo realizando, ya que me siento muy a gusto hablando de Ciencia y despertando la curiosidad y el interés de la gente.

Mi proyecto final de carrera también estuvo relacionado en cierto modo con la Astronomía “no visible”. Lo realicé en el Limerick Institute of Technology (Irlanda) y llevaba por título Spectrum shifting using MatLab; consistía en desplazar espectros desde rangos frecuenciales imperceptibles por los seres humanos a rangos que sí que podíamos percibir. El desarrollo de este proyecto me ayudó mucho a poder comprender en profundidad y a poder explicar con suficiente claridad qué es la Astronomía infrarroja o la radiación de fondo de microondas.

En 2007 me trasladé a Madrid y a los pocos meses me llegó la noticia de una plaza en el Centro de Astrobiología (CAB), centro mixto del CSIC y el INTA; buscaban un perfil al que me adaptaba perfectamente y todo se puso a mi favor para cumplir uno de mis sueños: trabajar en el campo de la Astronomía profesional. Y así fue. De la mano de Luis Cuesta comencé a trabajar en el Departamento de Astrofísica, concretamente en la Red de Telescopios Robóticos para la caracterización de curvas de luz de exoplanetas. Para mí fue algo abrumador ya que compartía centro de trabajo con científicos a los que admiraba (y admiro). Los conferenciantes a los que me gustaba ir a escuchar pasaron a ser compañeros de trabajo y buenos amigos.

También caló muy dentro de mí una nueva ciencia: la Astrobiología, disciplina que me resulta interesante ya que es la intersección de otras ciencias (Biología, Geología, Física, Química, Ingeniería, etc.). Sentí la necesidad de poner esta nueva ciencia al alcance del público, así que empecé a divulgarla mediante charlas y conferencias centradas en la detección de exoplanetas y la búsqueda de evidencias de vida en ellos, aprovechando así para dar una visión general de la Astrobiología.

En 2008 esperaba con ilusión la llegada de 2009: Año Internacional de la Astronomía. En mi trabajo estaba rodeado de gente que se dedicaba a la Astronomía y ciencias afines, y pensé: ¿por qué no hacer algunas actividades para conmemorar el IYA2009? Pues bien, tras muchas horas nocturnas pasadas frente al ordenador, elaboré un proyecto de actividades al que el Ayuntamiento de Casas Ibáñez le dio el visto bueno a la vez que la Universidad Popular se puso manos a la obra para buscar financiación. Comenzaba así un proyecto de divulgación muy ambicioso que se desarrollaría a lo largo de 2009. La columna vertebral del proyecto fue un ciclo de 12 conferencias, una cada mes de 2009. Compañeros y amigos profesionales en el campo del cosmos hicieron posible tratar las “astrociencias”. Pero también hubo otras actividades: proyecciones, exposiciones, observaciones astronómicas, etc. Y como elemento perenne del IYA2009, en Casas Ibáñez quedó instalado un reloj de Sol ecuatorial plano. A final de año los números fueron contundentes: más de 900 personas asistieron al ciclo de conferencias, y en total, unas 2500 asistieron a las más de 30 actividades que se programaron para 2009. Ése fue mi primer gran proyecto en el mundo de la divulgación.

Ha transcurrido un cuarto de siglo desde que viera pasar al cometa Halley. Desde entonces han sido muchas cosas las que han sucedido para guiarme hacia el camino de la comunicación de la ciencia. Ahora me embarco en otro gran proyecto junto a Juan Ramón Pardo: la Red Española para la Divulgación de la Astronomía de la CNA (Comisión Nacional de Astronomía), desarrollando mi trabajo desde el Centro de Astrobiología. Eso sí, con más experiencia que en 1986 pero con la misma ilusión.

Antonio Pérez Verde (Casas Ibáñez, 1981) es Ingeniero Técnico de Telecomunicación. Desde 2007 trabaja en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), actualmente en la Red Española para la Divulgación de la Astronomía. Es presidente de la Agrupación Astronómica de Cuenca “AstroCuenca”, miembro fundador de la Association of Geoscientist for International Development en España (AGID-España), coordinador del Aula de Astronomía “Astrónomo Azarquiel” (Liétor, Albacete), miembro de la European Association for Astronomy Education (EAAE) y autor del blog “Los Pilares de la Ciencia”.

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