Por pesado y por el dibujo de un leopardo, por Samuel Cañadas-Santiago

Samuel Cañada, en Down House, la casa de Darwin.

En Down House, la casa de Darwin.

Sin yo saberlo, el propio Carl Sagan ya había dado mi respuesta, de un modo sublime, cuando le preguntaron por qué perdía el tiempo divulgando, si podía estar investigando. Cuando te enamoras, quieres darlo a conocer, y los científicos deberían estar enamorados de la ciencia.

En mi infancia, daba igual que fuera una canción, una película o lo que me hubiera pasado durante el día, me encantaba recrearme en todo aquello que me gustaba y hacer partícipes a todos los demás. Incluso llegué a creer que mi afición por explicarlo todo era realmente un defecto, sobre todo cuando veía alguna cara de hastío.

Esa pasión fue dirigida a la ciencia cuando, con 9 años, vi un diagrama explicativo de las Leyes de Mendel en una enciclopedia, que utilizaba el ejemplo del color de los leopardos. Sencillamente, me pareció maravilloso entender esos conceptos tan nuevos para mí; y durante una semana estuve repitiendo ese diagrama, que fue sustituyendo a los coches de carreras y los camiones de bomberos de las hojas de los cuadernos donde solía dibujar. Más tarde llegaron los dinosaurios por fascículos, los cuellos de jirafas, “Érase una vez…” y las reposiciones de “El hombre y la Tierra” y “Cosmos”; el terreno ya estaba abonado.

A ojos de muchos compañeros de clase, había pasado de ser un “niño pesado” a ser un “niño pesado y repelente”; además, nunca metí muchos goles ni tuve moto, así que acabé refugiándome, como tantos adolescentes, en escribir poesías sobre mí mismo. Sin embargo, como la rima y la métrica se me daban tan mal, dirigí mi nueva pasión por escribir a aquella pasión anterior por descubrir.

Y lo que descubrí fue que aquel refugio podía convertirse en una de esas profesiones que mejoran la vida de las personas. Mi paso como becario por el Parque de las Ciencias de Granada empezó a consolidar la unión de todas esas variables.

 

Samuel Cañadas-Santiago es Licenciado en Biología y Máster en Comunicación de la Ciencia. Tras haber sido divulgador en varios medios y editor de ciencias naturales, actualmente es profesor de Biología y bloguero un tanto quisquilloso en Corbeta Dorada.

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