‘Nunca me lo había planteado…’, por JM Mulet

¿Cómo empecé? Pues la verdad es que nunca me había planteado dedicarme a la divulgación científica porque bastante es dedicarse a la ciencia. Si encima pretendes compaginarlo con una vida familiar más o menos normal, pues ya es de nota.

Durante el tiempo que estuve haciendo la tesis, el primer postdoctorado en Valencia, el segundo en Suiza y la reincorporación en Valencia otra vez, no tuve demasiado tiempo para dedicarme a divulgar, aunque esto no quita que me encantara leer a grandes divulgadores como Sagan, Asimov o Gardner y a nivel español, a García Olmedo. Lo que tiene la ciencia es que te atrapa por completo y con mucha facilidad acabas desconectándote de la vida real.

Hace poco alguien me comentó que había malgastado cuatro años de su vida y yo le pregunté que con quién estaba haciendo la tesis (se refería a una ruptura sentimental). Si trabajas en un tema como la biotecnología vegetal, léase plantas transgénicas, puede ser que no acabes de darte cuenta que tú tienes fe en tu trabajo y piensas que es una gran herramienta para luchar contra el hambre… pero la mayoría de la sociedad no opina así.

Llega un momento que por avatares de la vida tengo que dejar de pasarme 14 horas al día encerrado en un laboratorio y empiezo a dirigir gente y a buscar dinero para financiarles, con lo que paso muchas más horas que antes pegado al ordenador. Además empiezo a dar clases.

Como en muchos sitios el último que llega es el último que elige, y me toca dar clases a alumnos de primero, y después a alumnos de cuarto curso de bioquímica alimentaria, materia en la que no tenía ninguna experiencia previa. Esto me obliga a documentarme y prepararme lo que voy a decir en clase. Guiado por la curiosidad de mis alumnos, empiezo a interesarme por la ciencia que hay detrás de la agricultura ecológica… y encuentro muy poca. Como en la revista El Escéptico siempre van faltos de material, aprovecho toda esta búsqueda bibliográfica para hacer un artículo.

Al poco, en la lista de correos de ARP-SAPC, buscan a alguien que escriba algo cortito sobre plantas y como yo acabo de escribir de agricultura, me toca. El artículo parece que gusta y la empresa me pide si puedo dar una conferencia sobre plantas a nivel divulgativo… y la cosa no sale mal. Yo continúo dándole vueltas al diferente concepto que tienen la sociedad y la ciencia de “lo natural” y pienso que es algo tan amplio que daría hasta para escribir un libro. Y se lo propongo a la editorial Laetoli que sorprendentemente me dice que sí, aunque cuando entrego el manuscrito me avisan que el proceso de edición es lento (de hecho Los productos Naturales ¡Vaya Timo! saldrá en breve).

Como sé que la divulgación científica no tiene demasiada salida comercial pienso que escribir un blog es una forma de dar a conocer el libro. Y así nació el blog de Los Productos Naturales ¡vaya timo! Y nació con mucha calma. Durante los primeros meses no pasó de cuatro o cinco entradas, básicamente para decir que ya tenía el libro escrito y para informar de las actividades divulgativas en las que participé: un curso de verano de medio ambiente en el que fui a hablar de plantas transgénicas (y no veas la que se armó en las preguntas), y otro curso de verano de biotecnología.

A todo esto abrió el blog Amazings.es y casi sin querer me conectaba todos los días para ver qué era lo último. En la nómina de colaboradores encuentro a mucha gente conocida de ARP y/o mucha gente que de blogs que seguía habitualmente, y un pequeño detalle: poca gente que hable de biotecnología vegetal o de plantas. Por lo que vuelvo a echarle morro y a proponerme como colaborador de un tema que parecía no tenían demasiado cubierto.

Contando con que en ese momento el bagaje divulgador que aportaba era un artículo en El Escéptico y uno en una memoria de una empresa, un libro por publicar y un blog con seis entradas, lo lógico es que me hubieran enviado a hacer puñetas. Pero cuela, y así fue como me obligué a escribir con cierta regularidad. Y sucede que al escribir en Amazings ves que las visitas del blog aumentan, por lo que ya no eres tú y tu familia cercana los únicos que leéis el blog.

El siguiente paso es lógico, cuando tienes visitas te gusta tener la casa arreglada. No es plan que venga la gente y lo único que encuentren sea una referencia a un curso de verano de hace unos meses, por lo que empiezo a actualizar los contenidos con más frecuencia. Y llega un momento que después de varios meses alguien deja un comentario diciéndote que la entrada le ha gustado y te anima a hacer otro post, y otro te dice que eres un idiota que no tienes ni idea de lo que estás hablando y te anima a hacer cuatro posts más, y ya lo más de lo más es cuando ves que alguien ha hecho copy-paste y lo que tú escribes aparece en el blog de un colega que no sabes ni quién es, y así hasta ahora.

De momento compagino las colaboraciones en Amazings cada pocas semanas, con varias actualizaciones en mi blog por semana. Participo en cursos de verano, de vez en cuando me llaman para alguna entrevista en la radio o para escribir algún artículo de divulgación… y quiero creer que sigo dirigiendo un laboratorio de investigación y dando clases a futuros biotecnólogos e ingenieros agrónomos.

¿Por qué lo hago? Trabajar con plantas transgénicas me hizo sentir en mis carnes aquello que apuntó Carl Sagan, que cada vez dependemos más de la tecnología, pero la sociedad cada vez es más ignorante sobre estos temas. Esto conlleva al rechazo de las plantas transgénicas, a que la gente decida no vacunarse, a confiar en la homeopatía y tonterías similares, actitudes que con un mínimo de cultura científica podrían evitarse. Como soy poco dado a echar culpas al prójimo, pienso que quizás los científicos podríamos esforzarnos un poco más en comunicar lo que hacemos… y en eso sigo.

El autor:

Jose Miguel (JM) Mulet
Soy profesor de biotecnología (área de bioquímica y biología molecular) en la Universidad Politécnica de Valencia y dirijo el laboratorio de Crecimiento celular y Estrés Abiótico en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas. Como divulgador escribo el blog Los productos naturales ¡Vaya Timo!, he escrito un libro con el mismo título que en breve saldrá publicado y colaboro en Amazings.es.

 

 

 

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6 Responses to ‘Nunca me lo había planteado…’, por JM Mulet

  1. Solo me ha olvidado poner el twitter: @jmmulet.

  2. JAL says:

    Estoy completamente de acuerdo contigo, José Miguel. No hay que echar la culpa al ciudadano -totalmente- por la ignorancia científico-cultural que asola este país -donde no saber quién pintó Los Girasoles es motivo es escarnio pero desconocer lo que es un transgénico no deja de ser anecdótico-. Los científicos tenemos mucha culpa también –nuestra burbuja adiabática de 10 metros a la redonda del bench nos lo impide-, y también el hecho de no reconocerse esta labor por ninguna administración. Siento decirte, compañero, que ese libro tuyo que estoy deseando leer –y que te cambiaré gustoso por el que también creo que publicaré para la feria del libro- no te valdrá para los sexenios ni como ningún otro mérito de investigación –te lo dice alguien con 8 libros ya publicados…-
    Pero bueno, tampoco quiero insistir más en este discurso tan manido. Es encomiable esa pasión que ha despertado en ti por la divulgación. Sigue así, compañero.
    Por mi parte, y sin querer escribir un testamento, creo que siempre he sentido pasión por la comunicación, en general. Ya de emigrante en Hannover, luego durante BUP y COU y, más firmemente, en el CBMSO, cuando comencé con las visitas guiadas que yo coordinaba –hace ya casi 20 añitos…- Otro pasito firme fue mi primer libro, en el 2002 sobre, curiosamente, transgénicos. Luego llegaron los otros libros, mis colaboraciones con RNE, prensa, TV, cursos de verano, convenios con Argentina, México. Con las nuevas tecnologías, of course, todo esto se ha multiplicado –Blog, Facebook y otras redes sociales, vídeos en YouTube-. En fin, que, como bien dices, he llegado a apuntalarme humanamente con las 4 patas formativas para un PDI: profesor, científico, divulgador y gestor –ah, claro, y una familia a la que me preocupa si no estaré restándoles minutos que luego lamente…-
    Y mientras tanto, por aquí sigo esperando algún tipo de reconocimiento –lo cortés no quita lo valiente y a nadie le hace daño una dosis externa de estima, qué leshes- sin, por el momento, conseguirlo…
    Pero, como si del caballo del malo se tratara, mientras haya pasión, habrá esperanza.
    Un abrazo.

  3. omenendez says:

    Jal, por cierto, esperamos tu contribución… :)

  4. mij says:

    Reconozco que siento una profunda admiración hacia muchas personas que, como ustedes, “sacrifican” parte de su vida personal e investigadora para llevar el conocimiento al pueblo de forma amena y sobre todo fácil, ya no tanto de cara a la hora de entenderlo sino más por el momento de buscar información, pues a veces se convierte en difícil tarea el encontrarla.

    Es cierto que no se puede echar la culpa al ciudadano por la falta de cultura científica, pues normalmente no es por falta de interés sino de medios. Pero tampoco debería caer todo el peso sobre el investigador, ¿cómo puede explicarse que tanto sacrificio, tantas horas de trabajo para intentar dar conocimiento al mundo esté tan poco valorado? El propio investigador es el que tiene que mover cielo y tierra para que, al final, cuatro gatos puedan leer/escuchar lo que se pretendió divulgar. Es cierto que muy pocos investigadores deciden dedicarse a la divulgación, sinceramente, creo que yo no podría, pero es que verdaderamente algo se está haciendo mal, quizá porque los supuestos líderes políticos, representantes (también supuestamente), no tengan la capacidad te asumir el papel de transmitir, de ofrecer una amplia opción de conocimiento, no lo sé, llevo mucho tiempo planteándome posibles soluciones y sólo se me ocurre, como quien no quiere la cosa, echarle la culpa a éstos (ya sé que no cuenta como solución, :D ), pero la verdad es que no sé (o sí, pero no puedo comprenderlo) cómo falla tanto.

    Así que, aunque no sirva de mucho, si necesitan reconocimiento (como todos), aquí hay una que les admira y desde lejos intenta darles ánimos.

    Saludos.

  5. JAL says:

    Querido Oscar,
    cuando dices… “esperamos tu contribución”, hablas de este Blog, Divulgador.es, o de otros foros?
    En principio, mi respuesta a JM pretendía ser, a su vez, mi humilde aportación al tema…
    Ya me comentáis qué “oferta que no pueda rechazar” me proponéis, jeje.
    Un abrazo.

    Gracias, Marta, por tu comentario completamente acertado y más o menos políticamente correcto. Eso pensamos muchos, que el reconocimiento tiene que ser oficial, político, social, interfronterizo y constitutivo, no una palmadita en la espalda de vez en cuando para reirnos las gracias, sino algo que se refleje en las normativas de valoración y evaluación de la productividad científica… Pero vamos, ya me da casi vergüenza seguir con este mensaje tan manido y que casi casi nos lo decimos entre los que ya estamos convencidos, sin llegar mucho más allá… O hay algún politico con poder de decisión en la sala???? Que dé un paso al frente!!

  6. omenendez says:

    Me refería a que nos contaras cómo empezaste en la divulgación… y que nos lo mandes al correo: info@divulgador.es
    ¿Te parece?